Al más puro estilo de epígrafe urbana asustaviejas desde hace abriles se rumorea que embragar el móvil para recargarlo en un punto de carga divulgado es «peligroso» porque «los hackers te roban los datos o te instalan software bellaco». Lo cierto es que no se conocen casos reales en los que esto haya sucedido, ni en España ni fuera de nuestro país.
La historia parece provenir de una convención DEF CON de 2011, donde se explicó el «concepto» del asunto y se hicieron pruebas con unas 360 personas –la mayoría inexpertos– que enchufaron los móviles de la época en un cargador allí instalado y a los que se pudo instalar poco. Y ya está. El resto son avisos repetitivos y cíclicos, bulos como los que a veces se ven incluso en carteles en las comisarías, llenos de faltas de ortografía y con «sellos oficiales» falsos.
El hecho cierto es que desde hace mucho tiempo los fabricantes han añadido avisos en el sistema eficaz para preguntar si se confía en los cargadores, poco que mitiga el potencial problema, que en sinceridad nunca fue tal: aunque el concepto es válido el peligro vivo es intrascendente, por no aseverar inexistente. [Fuente: The urban legend about phone charging that just won’t die en Vox Media.]