Tal y como estaba previsto interiormente del software de pruebas más recientemente publicado que debe arrostrar al primer extensión del Ariane 6 la ESA hizo un encendido de la segunda etapa del cohete en las instalaciones de la DLR en Lampoldshausen, en Alemania. Si no me fallan las cuentas este ha sido el tercer encendido invariable de la segunda etapa, que en esta ocasión simulaba el perfil de revoloteo del que será el primer extensión de un Ariane 6.
A desliz de completar el estudio de los datos, que aún tardará unos días, todo parece indicar que funcionó a la perfección.
La segunda etapa de Ariane 6 monta dos motores Vinci que utilizan hidrógeno y oxígeno líquidos como propelentes y que pueden ser encendidos en varias ocasiones para colocar diferentes cargas en distintas órbitas y para, al final de la cometido, hacer reentrar la etapa en la entorno de forma controlada para que no se convierta en basura espacial.
Sirvió además para comprobar el correcto funcionamiento de la APU, que es un pequeño motor que, además alimentado por el hidrógeno y oxígeno líquidos que van a borde, sirve para salir los motores Vinci.
En total los motores Vinci estuvieron en funcionamiento poco más de 680 segundos (casi doce minutos) en dos encendidos distintos mientras que la APU estuvo encendida casi 30 minutos.
Hay prevista una última prueba de encendido antaño de que la segunda etapa quede cualificada para el revoloteo. En ella se probará su funcionamiento en otros perfiles de misiones así como en condiciones no nominales. Pero la plazo de esa prueba aún no está anunciada. El Vinci propiamente dicho está cualificado para el revoloteo desde octubre de 2018.
Interiormente del citado software de pruebas ya va con retraso un encendido invariable de la primera etapa, que tenía que acontecer tenido circunstancia el pasado 29 de agosto pero que tuvo que ser pospuesto al 5 de septiembre por un problema con el sistema que gestiona la carga de propelentes en el cohete. Ese encendido del 29 de agosto a su vez ya venía con retraso, pues tenía que acontecer sido llevado a extremo en un simulacro de extensión llevado a extremo a finales de junio en el que se quedaron sin tiempo para hacerlo.
Y sí, de nuevo la ESA ha publicado un vídeo de una prueba de un motor en la que el sonido del motor casi no se oye. Sigue sin caberme en la vanguardia. Pero es lo que hay.
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