Las estadísticas es lo que tienen. Nos ayudan a entender mejor la verdad, pero a veces una recital desenfocada puede llevarnos a conclusiones erróneas. La firma S&P Entero, por ejemplo, acaba de editar un estudio sobre la decadencia del parque móvil de EEUU que deja botando una idea curiosa: hasta ahora los coches eléctricos nos han durado menos que el resto. La años media de los vehículos ligeros es de 12,5 primaveras mientras que la de los eléctricos con fila (BEV) es más de tres veces inferior, de tan pronto como 3,6. ¿Significa eso que estos se estropean antaño? ¿Que son menos fiables? ¿No queda otra que cambiarlos cada poco?
Los tiros van en verdad por otra parte.
¿Qué dicen las cifras? Que el parque de BEV está muy, muy allá de alcanzar la años media del resto de vehículos. El extremo referencia sobre el tema de S&P Entero Mobility concluye que la años promedio de los automóviles y camiones ligeros de Estados Unidos es de 12,5 primaveras. Si el foco se centra de forma monopolio en turismos, los coches para pasajeros, el referencia es incluso poco longevo, de 13,6 primaveras. Ausencia que ver con los vehículos eléctricos con fila (BEV). Su años media, al menos en EEUU, es de tan pronto como 3,6 primaveras.
¿Y cuál es la tendencia? Opuesta en uno y otro caso. Mientras los automóviles y camiones ligeros en caudillo han envejecido, el parque de BEV ha rejuvenecido. Para ser más precisos los primeros han conocido cómo su años media se incrementaba tres meses con respecto a 2022, mientras que los segundos, los eléctricos, la han cortadura en cerca de un mes: si en 2022 la años promedio de los BEV estadounidenses era de 3,7 primaveras, ahora lo es de 3,6.
¿Cuál es la razón? El diferente punto de partida de unos y otros y su deriva a lo desprendido de los últimos primaveras. Las tablas de Statista ayudan a hacerse una idea clara: en 2016 se vendieron en EEUU tan pronto como 80.000 vehículos eléctricos de fila, allá de los 790.000 registrados en 2022. La plataforma prevé de hecho que esa tendencia se mantenga a lo desprendido de los próximos primaveras y que el flujo de ventas zona de influencia en 2028 los 2,1 millones de BEV.
A medida que los nuevos vehículos eléctricos se incorporan a los garajes y carreteras, explica S&P Entero, comprimen la años promedio del parque doméstico, que desde 2017 ha estado oscilando entre los tres y cuatro primaveras. Las estimaciones de la firma estadounidense muestran de hecho que las nuevas matriculaciones de BEV han ido aumentando un 58% año tras primaveras hasta rozar las 758.000 unidades en 2022, según sus propios cálculos.
¿Y el conjunto del parque? Si ampliamos el foco y abarcamos los más de 284 millones de vehículos operativos en las carreteras de EEUU, incluidos por supuesto el amplio parque de automóviles con motor de combustión interna, el panorama es desigual. En ese caso la años media de la flota ha aumentado de guisa consecutiva a lo desprendido de los últimos seis primaveras y los datos reflejan ahora – motivado al menos por por deriva de las ventas- el incremento de decadencia más pronunciado desde la recesión de 2008-2009.
¿Cómo se explica? “En 2022 la años promedio experimentó una presión alcista correcto a las limitaciones de la ofrecimiento por los bajos niveles de inventario de vehículos nuevos y desde luego a la desaceleración de la demanda a medida que las tasas de interés y la inflación redujeron la demanda de los consumidores en la segunda porción del año”, recoge el referencia, que reseña un descenso del 8% en las ventas minoristas y flotas de vehículos ligeros.
Como telón de fondo conviene manejar varias claves. La primera es la propia tendencia del mercado de vehículos de combustión interna, que según Bloomberg New Energy Finance alcanzó su punto mayor en 2017 y encara ahora un “debilitamiento estructural”. La segunda es el peso discreto que aún tienen los vehículos eléctricos en el enumeración de ventas. Según Argonne National Laboratory (ANL), en abril de 2023 se vendieron 105.438 vehículos enchufables (PEV), suma de BEV e híbridos enchufables: es un 49,7% más que durante el mismo mes de 2022, pero en la maña supone que los PEV captaron el 7,83% de las ventas totales de vehículos ligeros.
¿Cuál es la situación más allá de EEUU? El estudio de S&P Entero es interesante porque permite comparar la decadencia de los BEV y el parque móvil en su conjunto, pero no es el único que aporta datos interesantes. Otro relevantes y que ayuda a completarlo el de ACEA, la asociación europea de fabricantes de automóviles, que en mayo publicó un referencia precisamente sobre la años media de los turismos, furgonetas, camiones y buses con datos actualizados hasta 2021.
Su conclusión es que los coches de la UE tienen una decadencia media de 12 primaveras, media que incluso es longevo en Grecia y Estonia, donde la flota roza los 17 primaveras. En el polo opuesto se sitúa Luxemburgo, donde los turismos rondan los 7,6 primaveras.
Imagen de portada: Michael Fousert (Unsplash)
Imagen de portada: La dialéctica psicológica detrás de satisfacer las carreteras más remotas y poco transitadas de cargadores de coches eléctricos