Las autoridades de la DAIA querían que Sergio Massa y Javier Milei se sacaran una foto que representara una condena compartida a los ataques terroristas de Hamas en Israel. Los dos candidatos a la Presidencia aceptaron la invitación al encuentro anual de la organización, pero apenas unas horas antes de que comenzara el acto el libertario se bajó. Su silla, ubicada junto a la de Patricia Bullrich, fue ocupada por Diana Mondino.
La ausencia del economista llamó la atención no solo por la falta de explicaciones sino también por su cercanía con el judaísmo, religión a la que se quiere convertir, y sus constantes declaraciones públicas en defensa del Estado de Israel. Su adversario hizo todo lo contrario. Aunque el líder de Unión por la Patria llegó unos minutos tarde se quedó hasta el final, se abrazó con invitados, dio entrevistas y charló con todos los que se le acercaron.
El encuentro anual de la Delegación de Asociaciones Israelitas de Argentina (DAIA), en esta oportunidad, tenía el objetivo de celebrar el aniversario de la fundación de la organización y los cuarenta años ininterrumpidos de democracia. Sin embargo, los ataques a Israel del 7 de octubre transformaron el sentido del acto.
En el hotel Four Sesons de Buenos Aires, el lunes 30, las autoridades hicieron un llamado a la dirigencia política local para que exhorten acciones concretas en favor de la liberación de los 21 rehenes argentinos que aún están secuestrados por Hamas.
El acto comenzó alrededor de las 18:30 en el salón principal del hotel al que asistieron dirigentes de diversos espacios políticos. El periodista Luis Novaresio fue el conductor del evento, que comenzó con un gesto simbólico: el vicepresidente de la DAIA, Marcos Cohen, y el rabino Isaac Sacca subieron al escenario para encender una vela en recuerdo a las víctimas de Israel. «La DAIA contra la barbarie terrorista junto al Estado de Israel», fue la consigna del encuentro del que participaron dirigentes de diversos espacio político.
El encuentro anual de la DAIA se convirtió en un escenario político pre-balotaje
Los dos candidatos que competirán en el balotaje habían confirmado su presencia. En función de eso se organizó la primera fila de los invitados. De un lado del salón las sillas estaban reservadas para la líder del PRO, Patricia Bullrich y su esposo, Guillermo Yanco; el candidato de La Libertad Avanza Javier Milei; el vicepresidente de la DAIA, Marcos Cohen; el secretario general de la entidad, Alejandro Zuchowicki; el jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel; el embajador israelí en Argentina y su esposa, Eyal Sela e Inbal Sela; y el presidente de la organización y su esposa, Jorge Knoblovits y Laura Aiskis.
Del otro lado del salón, las reservas eran para el juez de la Corte Suprema y su esposa, Carlos Rosenkrantz y Agustina Cavanagh; el secretario letrado del magistrado, Federico Morgenstern; el embajador de Estados Unidos en Argentina y su esposa, Marc Stanley y Wendy Stanley; la prima de uno de los argentinos cautivos por Hamas, Micaela Rudaeff; el candidato a presidente de Unión por la Patria y su esposa, Sergio Massa y Malena Galmarini; el presidente del Congreso Judío Latinoamericano (CJL), Jack Terpins; el rabino Isaac Sacca; y el juez de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti.
Por qué Milei no fue al acto de la DAIA
Massa llegó acompañado por parte de su equipo y no estuvo presente Galmarini. Sin embargo, el comentario durante la jornada fue la ausencia de Milei. La economista Diana Mondino llegó minutos antes de que comenzara el evento junto a Patricia Bullrich y las dos se tomaron una foto con el dirigente libertario Ramiro Marra, quien había sido uno de los primeros en llegar y no sabía por qué no iba a asistir su jefe político. La líder del PRO estuvo unos minutos y se fue antes de que ingresara el líder de Unión por la Patria y no se la volvió a ver.
Según los voceros de la DAIA, en el encuentro anual del 2022 el libertario también había faltado. Sin embargo, en esta oportunidad había expectativas más elevadas por su presencia. Mientras que en el salón se especulaba con que quizás Milei no quiso cruzarse con su adversario, ante la consulta de PERFIL desde La Libertad Avanza tampoco respondieron cuáles fueron las razones. Al final del acto, se escuchó rezongar a un aliado del libertario: «Javier le regaló la foto a Massa«.
Otro de los dirigentes que acaparó la atención en los momentos previos al inicio del acto fue Horacio Rodríguez Larreta. El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires llegó temprano, conversó con los invitados que ya estaban presentes pero, al igual que Bullrich, se fue antes de que comiencen los discursos. Un dirigente porteño aseguró que quiso evitar compartir espacio con Massa.
El ministro de Economía, al final del evento, escuchó los reclamos de los argentinos que tienen familiares en Israel y en diálogo con la prensa aseguró: «Si soy electo, Hamas será considerada organización terrorista».
Entre los dirigentes presentes estuvieron, además, los sindicalistas Armando Cavalieri (Comercio), Rodolfo Daer (CGT), Andrés Rodríguez (UPCN) y Abel Furlán (UOM); los intendentes Diego Valenzuela (Tres de Febrero), Gustavo Posse (San Isidro), Fernando Grey (Esteban Echeverría) y Julio Zamora (Tigre); el secretario de Asuntos Públicos de CABA, Waldo Wolff; el procurador de Buenos Aires, Julio Conte Grand; el exministro Daniel Arroyo; el diputado Fernando Iglesias; el juez de Casación Mariano Borinsky; la jueza Sandra Arroyo Salgado; el procurador General de la Nación, Eduardo Casal; los fiscales Carlos Stornelli y Juan Mahiques; los dirigentes Yamil Santoro y Roberto García Moritán; el extitular de la DAIA Ariel Cohen Sabban; y la periodista Débora Plager.
DAIA: el pedido a la dirigencia política local
La posición de la DAIA fue contundente: la organización exigió no solo que se repudie el accionar de Hamas, sino que defendió el contraataque israelí y le solicitó al Poder Ejecutivo que tome medidas concretas para intervenir en la liberación de los 21 rehenes argentinos. En total, la lista de secuestrados en manos de Hamas asciende a más de 200.
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Novaresio destacó la presencia de referentes del judaísmo, pero también de personas católicas, evangélicas y musulmanes y reclamó que la condena a los ataques sea firme: «El ‘sí, pero’ es un acto de complicidad», dijo. El periodista, de esta forma, cuestionó las críticas que recibió el Gobierno israelí, encabezado por el primer ministro Benjamín Netanyahu, por haber intensificado la ofensiva sobre la Franja de Gaza a pesar de que múltiples organismos internacionales como la ONU advirtieran que la situación en la zona «es cada vez más desesperante». El Four Seasons se dejó entrever que cualquier cuestionamiento de esas características es sinónimo de antisemitismo.
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El embajador Eyal Sela fue el primer orador que subió al escenario. El diplomático le agradeció al Gobierno argentino, a la Cancillería y a las diferentes fuerzas políticas «por asumir un compromiso firme contra el ataque que recibió Israel». Definió al 7 de octubre como «la peor masacre después del Holocausto» y aseguró: «Israel tiene derecho a defenderse y lo hace según todas las reglas internacionales». Luego agregó: «Esta no es una guerra contra el pueblo palestino. Es una guerra contra el odio, la barbarie y el antisemitismo».
El segundo turno fue para Terpins. El presidente del CJL sostuvo que en la actualidad la prioridad debe ser la liberación de los rehenes y contó que conversó sobre la crisis con el Papa Francisco.
Uno de los discursos más duros fue el de Rosenkrantz. El juez de la Corte Suprema fue aplaudido cuando sostuvo que los perpetradores de los ataques del 7 de octubre «niegan la existencia del pueblo judío y del Estado de Israel» y subrayó que «no hay lugar para la justificación». «Quiero hacer una exhortación desde la DAIA. Quiero aprovechar la oportunidad para exhortar a la dirigencia política del país y decirle cuál es la reacción que muchos esperamos. Tenemos la esperanza de que sabrán comprometer todos los recursos para las acciones diplomáticas para obtener la libertad de los secuestrados y su pronto regreso a casa», agregó.
El discurso de Rudaeff fue uno de los más emotivos. La mujer, que es prima de Lior Rudaeff -uno de los argentinos secuestrados- relató el drama de su familia, habló de un clima de «creciente odio y antisemitismo» y se sumó al pedido hacia las autoridades: «Les exijo x favor menos palabras y más acción. Señor presidente, señor canciller, les exijo que hagan algo», dijo.
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El presidente de la DAIA fue el encargado de cerrar el evento como último orador. Knoblovits hizo una defensa de la democracia y, en línea con el resto de los expositores, defendió el accionar de Israel: «Al Estado de Israel se le pide una estética de la guerra que no se le pide a otros Estados. Ese pedido de la estética es antisemitismo puro«, remarcó.
Durante todo el evento, en una pantalla gigante al fondo del escenario se transmitieron imágenes con los nombres de las personas secuestradas. En el lobby de ingreso se les daba a los invitados una fotografía con alguna de las víctimas con leyendas que pedían por su liberación.
GL / ED