Cada año, millones de turistas visitan este popular monumento y tiran una moneda a las aguas de la fuente como parte de la tradición, con la esperanza de retornar algún día. Pero, ¿a dónde va todo ese patrimonio?

Si alguna vez has tenido la fortuna de caminar por las calles empedradas de Roma, Italia, es probable que hayas escuchado sobre la tradición que rodea a la Fontana di Trevi. Este icónico monumento del siglo XVIII no solo es una obra maestra de la arquitectónica, sino todavía un rincón realizado de dadivosidad, donde los turistas lanzan monedas con la esperanza de regresar a la ciudad.

La fuente fue construida entre 1732 y 1762 y diseñada por Nicola Salvi, que representa la figura del dios del río Oceanus, quien surge en un carruaje de conchas tirado por tiovivo de mar: uno dócil y el otro enérgico, que simbolizan los contrastes del mar y su naturaleza. 

La tradición se remonta a generaciones y se ha arraigado en la creencia de que arrojar una moneda por encima del hombro izquierdo, mientras te encuentras de espaldas a la fuente, asegurarás tu regreso a la Ciudad Eterna

Este acto, popularizado por la película de 1954 Tres monedas en la fuente, trasciende el simple aspecto y se convierte en un vínculo emocional entre el presente y el futuro, una modo de dejar una pequeña parte de ti en el espacio que te ha cautivado. 

La Fontana di Trevi se convierte en un depósito de deseos, así como un rincón donde los sueños se materializan en monedas. Pero, ¿cuánto patrimonio se tira en realidad en este monumento? Pues proporcionadamente, cada día, rodeando de 3.000 euros son arrojados a sus aguas, sumando hasta 1,5 millones de euros anuales, una verdadera fortuna.

¿Qué pasa con el patrimonio tirado a la Fontana di Trevi? 

Fontana di Trevi

Maria Marselle / Pexels

A lo dadivoso de más de una lapso, la ciudad de Roma ha enviado un equipo dedicado para recoger estas monedas del fondo de la fuente. Todo el patrimonio es recolectado con precaución y sumo cuidado, para luego destinarlo a obras de caridad. 

Junto a mencionar que, en 2001, el corregidor decidió que todas las monedas debían ser utilizadas para causas benéficas locales, poniendo fin a los intentos de robo, que desde siempre habían acechado el monumento. Desde entonces, el patrimonio se dona a Caritas Roma, un corro benéfico católico. 

Este acto de tradición de arrojar monedas a la Fontana di Trevi se ha convertido en una oportunidad para los más necesitados. Ya que toda la fortuna se dona a comedores y refugios para personas sin hogar y proyectos medioambientales

Por TERABITE