El ampliación de un gran centro de datos en Talavera de la Reina, Toledo, por parte de Meta, genera inquietud oportuno a su consumo estimado de más de 600 millones de litros de agua potable, en una zona con escasez. Adicionalmente, se estima que el consumo total, incluyendo aguas residuales, podría presentarse a unos 4.800 millones de litros anuales.
El periodo de sequía que actualmente atraviesa España no es poco banal y se prevé que estos episodios cada vez ocurran con longevo frecuencia. En este contexto, la Grupo de Castilla-La Mancha ha consentido la construcción de un gran centro de datos en Talavera de la Reina (Toledo), por parte de la gran empresa tecnológica Meta.
«Estamos hablando de la principal empresa tecnológica del mundo, lo que significa que vamos a contar con una aparejo transformadora en Talavera de la Reina, que lo será igualmente en el conjunto de toda la región», explicaba en una rueda de prensa Emiliano García-Page, Presidente de la Grupo de Comunidades de Castilla-La Mancha.
Será el cuarto centro de este tipo que Meta abre en Europa y su objetivo principal será respaldar el metaverso. Como contexto mencionar que los centros de datos son fundamentales para las grandes empresas tecnológicas, pero su funcionamiento intensivo requiere sistemas de refrigeración que dependen del suministro de agua.
Y ahí es donde reside el gran problema: el confuso, que abarcará 180 hectáreas y tendrá una capacidad eléctrica de 248 MW, consumirá más o menos de 200 millones de litros de agua potable al año, según datos del esquema, pero esto se eleva a los 600 millones si se tiene en cuenta el consumo de las instalaciones asociadas.
Una situación hídrica crítica pese al potencial crematístico
«El río Alberche, que abastece a la zona, forma parte de un sistema deficitario de agua que está ya muy estresado. Incorporar nuevos consumos nos genera dudas acerca de la capacidad actual para sostenerlos», añaden desde Ecologistas en Actividad.
Esta cantidad es significativa en una zona ya afectada por tensiones generadas por el desabastecimiento de agua potable, generando preocupaciones sobre la capacidad de sostener este nuevo y desorbitado consumo. Adicionalmente, no se deje de un centro de datos al uso si no de un hipercentro, por lo que los datos aumentan significativamente.
Tal y como explican en El País y según documentos presentados a la Grupo, el consumo de aguas residuales podría presentarse a un mayor de 120 litros por segundo en el centro de datos y 33 litros por segundo en el resto del confuso.
Si se mantuviera ese ritmo durante todo el año, se estaría hablando de aproximadamente 4.800 millones de litros de agua. Sin confiscación, la compañía no ha confirmado oficialmente estos niveles de consumo.
«Una audacia que supone un paso más en el compromiso adquirido con la longevo multinacional tecnológica de todo el mundo, para consolidar un esquema de inversión de más de 1.000 millones de euros que generará un gran impacto crematístico en región», expresan desde el Ejecutor.
Sin confiscación y pese a la actual buena novedad, parece que todo tiene una cara B y en este caso se deje de una situación muy crítica.