Es probable que tu próximo médico sea una inteligencia químico.
A veces, cuando vamos al médico, podemos acoger alguna que otra mala aviso, pero según parece, ChatGPT es mucho mejor a la hora de ofrecer consejos empáticos a los pacientes.
Investigadores han descubierto que la inteligencia químico ChatGPT cuenta con una mejor disposición a la hora de ofrecer consejos médicos, y con eso mejor empatía que los profesionales.
Para ello, el equipo de investigadores le dio tanto a un médico vivo como a ChatGPT una misma situación: alguno que se ha tragado un palillo y cómo comunicarle los riesgos.
El médico dijo lo venidero al respecto al paciente imaginario: “Si proporcionadamente muchas personas han tragado palillos de dientes sin problema, si han pasado de dos a seis horas, es probable que ya esté en los intestinos y, por lo tanto, no sea obediente de recuperar. En caso de que le duela el estómago, no dude en despabilarse una sala de emergencias”.
Y esto es lo que dijo ChatGPT: “Es natural preocuparse si ha ingerido un objeto extraño. Si proporcionadamente es posible que un palillo de dientes se aloje en la cañón o perfore el tracto digestivo, causando lesiones graves, es poco probable que suceda con un palillo de dientes cocido y desafilado de solo dos centímetros de grande”.
Ambas respuestas, a examen
Luego, estas dos respuestas fueron ofrecidas a un panel de profesionales para compararlas, y encontraron que el panel de profesionales al 79 % prefirió la respuesta del chatbot.
No obstante, la respuesta de ChatGPT tenía cuatro veces más probabilidades de clasificarse como buena o de muy buena calidad y diez veces más probabilidades de ser empática o muy empática.
Con ello, los investigadores tienen la intención de utilizar este sistema de inteligencia químico para ayudarles a litigar con la sobrecarga de trabajo.
“Eso es lo que planteamos: ¿Podemos usar un asistente de IA, usando ChatGPT como caso de estudio, para ayudar a contestar los mensajes de los pacientes, no solo para ayudar a mejorar el flujo de trabajo para los proveedores, sino además para mejorar la calidad de las respuestas que los pacientes reciben”, dijo al National Post John Ayers, autor principal del estudio.