Aunque los números de tarificación adicional 118 pueden gestar ingresos de hasta 30 euros por señal para algunas empresas, su tropelía sigue siendo un llano problema y el caso del 11824 en un claro ejemplo de cómo las cosas pueden incluso ir más allá.
Los números de tarificación adicional, aquellos que comienzan con 118, han sido —y siguen siendo—durante mucho tiempo un arbitrio de muy dudosa derecho en el mundo de las telecomunicaciones.
Estos números, originalmente destinados a dar servicios de información telefónica, han evolucionado en una fuente de ingresos descomunal para algunas empresas, pero todavía en un potencial peligro para los consumidores que no son conscientes del negocio que se esconde detrás.
Aunque originalmente se crearon como una especie de directorio telefónico para ayudar a los usuarios a encontrar números de teléfono de empresas y personas, actualmente con la presencia de Internet para encontrar todo lo que te propongas, estos servicios parecen obsoletos.
Sin confiscación, se niegan a desaparecer —resulta sensato— y continúan cobrando tarifas exorbitantes, lo que genera un fructífero negocio a gastos de quienes buscan ayuda rápida. El problema se agrava aún más cuando algunas empresas aprovechan la confusión para dirigir a los usuarios a estos números de tarificación específico.
Así es como funciona el timo de los 118XX
Tal y como especifica la OCU, que denuncia este tropelía, la duración máxima de la señal es 10 minutos y es obligatorio que al eclosión de cada una se emita siempre una giro, clara e inteligible, que noticia del precio mayor por minuto de la señal.
Sin confiscación, «es practicable encontrarse pagando de más: necesitas cambiar un billete, ubicar a un profesional, dar un parte… lo buscas en el móvil, y los primeros resultados de la búsqueda, estratégicamente posicionados (patrocinados en el buscador) aparentan ser de la empresa o servicios que necesitas, encima de ofrecer un número convencional. Al avisar a ese número, te indican que debes avisar al 11887 o al 11827… y ahí está el problema», comentan.
«Una señal de 10 minutos a un número 118 ronda los 30 euros: la señal máxima supone de media 29,14 euros, pero puede montar a 30,68 si la operadora es Orange y se apasionamiento a uno de los 118 más caros, como el 11816 y el 11831, pues detrás de cada numeración hay una empresa de información con unas tarifas poco diferentes», añade la OCU.
Un caso fresco que lo empeora: el número 11824 se hizo suceder por Movistar, Orange, Vodafone y MásMóvil
En Partida Ancha comentan un caso fresco que sirve para darse en realidad cuenta de que esta problemática va incluso más allá. En concreto, hablan del número 11824, que fue sancionado por la CNMC (Comisión Doméstico de los Mercados y la Competencia) con 7.200 euros por suplantar la identidad de las principales operadoras, incluyendo Movistar, Orange, Vodafone y MásMóvil.
Esta empresa mantenía sitios web estratégicamente posicionados en búsquedas como «teléfono Movistar» y, al avisar, los usuarios eran redirigidos al 11824. Aquí, el cámara prolongaba la señal haciendo preguntas sobre los servicios que interesaban al heredero, lo cual va en contra de las regulaciones establecidas para estos números 118.
Según la resolución de la CNMC, entre diciembre de 2021 y 2022, el 11824 recibió 137.579 llamadas, de las cuales 23.052 duraron al menos 10 minutos. Esto resultaría en una facturación de 576.300 euros, lo que muestra lo rentable que puede ser este negocio, incluso considerando las sanciones impuestas.
Como ves, y a pesar de las regulaciones diseñadas para proteger a los consumidores, los abusos persisten. Para evitar caer en estas trampas, es esencial estar alerta y seguir algunos consejos esencia. Primero, es importante prestar atención a los números que comienzan con 118 y desconfiar de ellos, ya que, como has podido ojear en el artículo, suelen ser de tarificación específico.
Adicionalmente, compulsar la dirección del sitio web es esencial, ya que los timadores a menudo suplantan la apariencia de las páginas oficiales. Contrastar la información con fuentes confiables, como la propia empresa o la policía, es fundamental ayer de proporcionar datos personales.